Catalina Porras, Caty, como la llaman sus amigos,  es una mujer apasionada y dedicada a la naturaleza, que ha pasado los últimos 22 años de su vida trabajando incansablemente en la conservación del majestuoso Cóndor de California en México.

Su historia está marcada por una determinación y un compromiso inquebrantables. Desde niña, Catalina ha sentido una conexión especial con la naturaleza. Solia pasar horas explorando los bosques y ríos cercanos a su casa, fascinada por la variedad de vida silvestre que encontraba allí. Su pasión por la vida silvestre floreció en cada rincón de su ser, y sabía que su propósito en la vida era proteger y preservar los tesoros de la naturaleza.

Catalina estudió bioquímica y eventualmente comenzó a trabajar con aves en cautiverio. En el 2002, se embarcó en una aventura llena de desafíos para devolver al Cóndor de California a su hábitat ancestral, especie declarada extinta en la naturaleza en la década de 1980. 

Los primeros cóndores fueron liberados en un Area Natural Protegida, el Parque Nacional Sierra de San Pedro Mártir, en Baja California, México. Aunque la tarea era titánica y los obstáculos parecían insuperables, su fe inquebrantable y su innata curiosidad científica la impulsaron a seguir adelante. Al inicio, Catalina enfrentó dificultades extremas: vivió durante varios años en tiendas de campaña y en un modesto remolque. Estas condiciones precarias no minaron su determinación, sino que avivaron aún más el fuego de su compromiso. Catalina se levantaba cada día con la esperanza de hacer una diferencia y reconstruir un hogar para estas majestuosas aves en peligro de extinción.

A lo largo de los años, Catalina ha enfrentado la soledad de largos días en la cima de las montañas, estudiando el comportamiento de los cóndores y luchando contra las amenazas que éstas aves enfrentan. Ha dedicado innumerables horas a educar a las comunidades locales, compartiendo su amor y conocimiento sobre estas aves magníficas y su papel vital en el ecosistema. 

Durante los ya 22 años que tiene el Programa de Reintroducción, Catalina y Juan Vargas han enfrentado numerosos desafíos, particularmente la falta de fondos, que ha hecho su esta labor especialmente difícil. Sin embargo, Catalina y Juan han continuado trabajando con incansable determinación y perseverancia, y su esfuerzo ha rendido frutos:  actualmente la población de cóndores de California continuara creciendo y prosperando en México.

A pesar de los sacrificios y las dificultades que ha enfrentado, Catalina ha encontrado la felicidad en cada pequeño logro alcanzado. Cada cóndor nacido en libertad, cada nido protegido y cada niño que sonríe al ver volar a estas majestuosas aves son victorias que llenan su corazón de alegría y satisfacción. Hoy en día, Catalina Porras continúa su incansable labor en la reintroducción del Cóndor de California en México. Catalina es más que una científica, es un faro de esperanza para aquellos que creen en la fuerza transformadora de la dedicación y la pasión. Su legado trascenderá las barreras del tiempo, inspirando a las generaciones venideras a abrazar la naturaleza y a luchar por su preservación.